jueves, 29 de marzo de 2012

Otros mundos dentro de éste



Uno de los aspectos más atractivos del rol en vivo es la posibilidad de introducir lo fantástico como parte de la realidad del evento. Aquí no hablo necesariamente de lo que se suele entender por "fantasía": espadas, medievo, magos, elfos, etc. sino de "lo fantástico", como lo increíble, lo poco habitual, lo surrealista... y sí, también incluye magia y mundos que no son como el nuestro, pero no se considera fundamental.

En realidad, cualquier rol en vivo es un ejercicio de fantasía, ya que las situaciones y personajes no son reales, por muy verosímiles que sean. La experiencia me ha demostrado que, para una mayor inmersión, el resultado es mejor cuanto menos hay que imaginar y cuantas menos reglas intervienen. Y sin embargo, incluso en un evento absolutamente realista y contemporáneo, introducir lo fantástico suele realzar la experiencia y permanecer mucho tiempo en los recuerdos.

Para conservar su efecto, los elementos fantásticos tienen que ser inesperados, extraños y en ningún caso han de repetirse tanto que se conviertan en algo mundano o claramente regulado. Incluso en un mundo distinto, el impacto es mucho mayor si el evento utiliza un marco verosímil durante la mayor parte del tiempo para que, cuando aparezca lo fantástico, genere incertidumbre y confusión. A veces, incluso confundir al participante que interpreta al personaje, que dude por un momento sobre si lo que está experimentando es real. 

Esto no es fácil de conseguir, y desde luego no puede obtenerse por medio de ningún reglamento o imposición o narración de los organizadores. Una decoración, iluminación y sonido adecuados en el momento o entorno preciso consiguen efectos mucho mayores. Pero no es un asunto técnico o de presupuesto: incluso una palabra o susurro puede hacer maravillas cuando se busca o se provoca el entorno adecuado. 

Y menos es más: sugerir, ser impreciso y no mostrar del todo es mucho más efectivo que exponer claramente y dar todo lujo de detalles. En ese caso se pone a la imaginación en el lugar complementario que le corresponde en el rol en vivo. Paradójicamente, poner a la imaginación como estrella suele condenar la experiencia: ésta es una de las diferencias fundamentales con respecto al rol "de mesa" que a menudo no se tiene en cuenta.

Imprecisión, sugerencia, extrañeza y un poco de psicología aplicada son los ingredientes de lo fantástico.
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Y ahora... ¡promoción descarada! Si no se usaran las ideas y técnicas de manera práctica en los eventos, todo lo que se escribe aquí no serviría de nada. Este tratamiento de lo fantástico y de los niveles de realidad lo estamos poniendo en práctica en Walpurgis, un evento de Somnia inspirado en el cine de la Hammer de los años 60 y 70 y en el de David Lynch. 

Si quieres experimentar cómo aplicamos gran parte de las cosas que se tratan en este blog, aún tenemos alguna plaza libre... 

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