Ideas, experiencias y técnicas de teatro alternativo, drama participativo e interpretación de roles. O tal vez sólo un laberinto de espejos que reflejan imágenes.
sábado, 26 de enero de 2013
Dentro o fuera: el dilema del organizador
El diseñador de un rol en vivo, como el autor de un guión teatral, siempre está fuera del marco ficticio del evento. Toma sus decisiones creativas desde un punto de vista completamente externo, diseña los personajes y situaciones y elige localizaciones y otros aspectos pensando únicamente en lo que pretende que la obra transmita a quienes participan de ella.
El organizador, sin embargo, puede tener papeles distintos.
Actualmente, el organizador de un rol en vivo suele hacer de todo: es diseñador, director, actor, redactor, coordinador de logística, y hasta equilibrista. Y eso sólo cuando no prepara también el vestuario y el atrezzo. Pero ésos son otros temas y vamos a centrarnos en si el organizador debe mantenerse al margen del marco ficticio.
Si al organizador le interesa manipular el marco ficticio a través de sucesos o personajes dirigidos desde una posición narrativa, lo normal es que no se mantenga al margen. Puede no interpretar él mismo a un personaje, pero tomará decisiones según su intuición e intención narrativa (o la del diseñador), buscando resaltar temas y momentos que considera claves. En este sentido, piensa de una manera externa y él mismo no se deja afectar por la inmersión, aunque la haya facilitado a los actores, ya que sumergirse en cualquier personaje supondría renunciar a la visión de conjunto.
Si al organizador le interesa únicamente la inmersión en personaje y la correcta representación del marco ficticio sólo tiene dos opciones: preparar el evento para luego marcharse y simplemente observar, o interpretar un personaje y buscar la inmersión en él, renunciando a los poderes de demiurgo y a la posición narrativa.
Son alternativas difíciles para cualquier organizador (aunque normalmente se decidan en la fase de diseño). Desgraciadamente, no admiten compromiso, porque hundirse en la máscara del personaje implica abandonar la dirección. Como el fuerte del rol en vivo que otras formas de arte no proporcionan tan bien es la inmersión en el personaje, una tercera vía consiste en combinar una visión de conjunto con que los personajes que el organizador interprete (y por extensión, el resto de personajes dirigidos) se restrinjan a actuar como si estuvieran realizando una inmersión e intentando alejar su mente de que haya una "obra".
El esfuerzo y la disciplina que se requiere son altos, pero la tercera vía es la solución a las otras posiciones radicales.
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Abogo por la tercera vía. Sin embargo, es la más complicada...
ResponderEliminarMás de un organizador, ante los acontecimientos, se ha "perdido" en el pnj que interpretaba. Al perder la visión de conjunto, si se limita a hacer "lo que el pnj debería hacer" (y no olvidemos que suelen ser pnjs que suelen tener una capacidad de modificación del entorno alta, ya sea por sus poderes individuales o por conocimiento de todo lo que está sucediendo, al menos sobre el papel...) corre el peligro de que no tenga en cuenta el conjunto de la partida.
Y es que hay situaciones muy inmersivas, incluso para los organizadores. Especialmente si estos abogan por la inmersión de los participantes, en vez de orientar el evento como una Gymkana (con o sin disfraces)...
Ahora, que bien es cierto que hay organizadores que crean partidas para su propio "lucimiento"... Pero esa es ya otra historia...
Por partes:
ResponderEliminarYo creo que no todos los organizadores de revs los diseñemos con el objetivo exclusivo que comentas: "pensando únicamente en lo que pretende que la obra transmita". Hablo por mí: me gusta el poner situaciones que den el juego suficiente para el nº de personas y contexto del rev. Ellos son los que hacen la historia. No es una obra "mía" que vaya a transmitir nada, sino que se compondrá básicamente con sus actuaciones. Si no, hago una obra de teatro. una partida en vivo no es un objeto al que invite a mirar sin poder crear a los jugadores. Al menos, lo que yo hago. Es como si yo dijera que hago un partido de fútbol sólo por dejar un campo de juego a los equipos. No.
-Sobre la inmersión: si el organizador, sea del tipo que sea, no es el primero que está sumergido en el contexto del rev, no va a funcionar. Ello no significa que tenga que estar "dentro" al modo clásico, es decir, con un pj. Creo que según se maneje el tema, puede ser incluso peor que lleve un pj o pnj, porque inevitablemente, tomará partido por alguna de las partes. El estar sin pj pero dentro de la acción, de forma neutra, puede ser más justo e imparcial. La objetividad es una utopía inalcanzable, pero al menos, se puede intentar tenerla de meta de fondo. Y puede ser también alternativa a los dos extremos, según mi punto de vista.
-Si un organizador pretende sólo la inmersión, mejor que juegue esa vez y la próxima, cuando le apetezca o sienta la necesidad, que haga de organizador. Es imposible dedicarse sólo a la inmersión en un pj si tienes que velar por cosas como un jugador que se encuentra mal, o cualquier imprevisto organizativo o accidente.
-La conclusión general de términos medios me agrada, pero con matices (que te cuento arriba).
A ver si más gente opina, que el tema es interesante.
P.
El diseñador sólo piensa en lo que la obra ha de transmitir porque, si su intención es sólo inmersiva, diseña el evento así para evitar intervenciones narrativas de la organización. El resultado de un ReV es colectivo, pero la iniciativa y lo que se puede escribir sobre él para que sea repetible por otros siguiendo instrucciones pertenece a un autor, sería susceptible de registro intelectual y por ello se puede decir que es "su obra", aunque la obra real y viva sea de todos los participantes, que son necesarios.
ResponderEliminarLa inmersión intelectual que comentas sería lo que he llamado "la visión de conjunto". Diferencio la inmersión intelectual de la inmersión en personaje, que es de la que hablo en esta entrada: http://otrolaberintodeespejos.blogspot.com.es/2012/12/hundirse-en-la-mascara.html
En Somnia hemos hecho experimentos puramente inmersionistas (puede que se vuelvan a hacer en el futuro aunque no es nuestro foco) y nuestra tarea de organizadores no pasó de coordinar previamente a los participantes y a aspectos logísticos. Durante el evento fuimos participantes como los demás.
Releeré el artículo que comentas.
ResponderEliminarSobre la visión de conjunto, comentas al principio del párrafo que es para "manipular el marco ficticio", no tiene que ser necesariamente así. Puede haber otros objetivos muy legítimos y no necesariamente tener que ser un demiurgo DURANTE, sino ANTES.
Respecto a lo de "derechos de autor" no estoy plenamente de acuerdo. Yo comencé pidiendo revs a colegas, para darles mi toque personal y remasterearlos yo, para luego pasar a hacer los míos propios (con la inestimable ayuda de mis amigos). Es como citar un libro, muy diferente de plagiar. Si te dejan el texto y les nombras en los agradecimientos, es suficiente. Al menos, entre colegas. Otra cosa es la gente que se decide a vivir de esto... supongo que les molestará, pero como tampoco creo que los presten, pues no habrá problemas. Los jugadores sólo pueden tener acceso a una parte del rev, no a todo... a no ser que fuera una conspiración en plan Asesinato en el Orient Express y todos los jugadores se pusieran de acuerdo para recolectar fichas. Un poco rebuscado, pero como siempre digo: la realidad supera a la ficción.
Y yo os he visto participar en vuestros revs, pero también hacer escenas a jugadores (Walpurgis, Cenizas Rojas). Siempre hay que trascender el pj o pnj en aras de la organización o de ciertos actos más o menos narrativos. Así que imagino que optáis por el término medio, no?
Estar totalmente en el interior del pj/pnj para un organizador es casi una utopía. Sigo diciendo que para tomar esa vía, mejor directamente jugar que organizar, no?
Bueno, no veo diferencia a cómo un director teatral adapta el texto del autor y le hace modificaciones pero sigue siendo la misma obra a cómo se puede adaptar el texto de un ReV.
ResponderEliminarSolemos mezclar aproximaciones. Walpurgis era un ReV fuertemente narrativista y usaba muchas técnicas afines para conseguirlo. Orígenes cargaba más las tintas en la inmersión y la simulación exhaustiva de un mundo post-apocalíptico, pero desde el momento en el que tienes escenas, intervenciones de personajes dirigidos y demás, ya incluyes elementos narrativos.
Nada más que tenemos un ReV puro inmersionista, "Océanos de sal", y en él sólo había organización previa al evento. Tomábamos un personaje como otros y no salíamos de él. En los países nórdicos no es tan raro encontrar estos ReVs. Se pueden hacer, pero no es nuestro estilo normal ni el que preferimos.
Estar al 100% en la inmersión como organizador, es una cosa que se puede hacer pero que no es mi opción preferida. Sin embargo,los pnjs persistentes son la mejor herramienta para un organizador ayudan muchísimo en la inmersión, y en muchas otras tareas. El conocimiento de todas las etapas de diseño del rev que tiene un organizador, a veces es imposible traspasarlo a participantes que solo vienen a hacer de pnj, y no es cuestión de dirigir la historia hacia tus intereses, sino de velar porque la cosa no se desmadre, porque interrupciones que requieren "consultar a un master" se puedan hacer por pjs con habilidades de medicina, cocinero, camarero, anfitrión. Muchas veces sirve para marcar el tono interpretativo, para meter a la gente en pj, volver a tratar un tema que ha pasado desapercibido para algunos y potenciar un conflicto, etc.
ResponderEliminarNo me gusta cuando eso sirve para llevar de la mano a los pjs al único modo de resolver las cosas. Lo adecuado para mi, es utilizar al pnj persistente para llevarlo dentro de unos márgenes..
Yo no entiendo mucho el miedo de que un organizador lleve un papel determinante en la trama, el 80-90% del tiempo... ¿Alguna mala experiencia? Hay gente que quizás se exceda haciéndo metajuego y aprovechando "su poder como organizador" pero... a nosotros nos ha funcionado bastante bien. Se trata de eso, de marcar un tono interpretativo acorde con la ambientación, de hacer de "facilitador" de tramas, funciona mejor en roles de colaboración, que de alta competitividad.
Es interesante el tema de registro intelectual que mencionas y las funciones necesarias en la preparación de un REV, diseño, organización, etc. Pero creo que esto podría limitar mucho el potencial de arte colectivo del REV. Me explico, ésto es tal y como ocurrió con el cine. La lógica capitalista y la naturaleza propagandística creó una estructura piramidal y jerárquica en la que el productor y el director imponen sus intereses al resto. Así, el diseñador podría acabar imponiendo su visión al resto de los organizadores, lo cual no esta mal porque alguien tiene que hacer el diseño, ¿verdad? Pues no, porque estaríamos desaprovechando el potencial de que los actores y actrices, los colaboradores penejoteros y el resto de la organización se implique y enriquezca el proceso de diseño.
ResponderEliminarEn mi humilde opinión, el diseño del REV debe ser un proceso colectivo, al igual que la organización, la logística, el atrezzo, la inmersión y demás. La separación de las personas por funciones puede crear desmotivación y falsas atribuciones. Cierto que a cada uno se le da mejor una cosa, pero, por ejemplo, al que se le da bien la logística no tiene por qué hacerla solo o se quemará. Al que se le da bien diseñar y lo hace solo puede que los diseños empiecen a parecerse demasiado entre sí, puede que el resto de gente se queme de organizarle las cosas que diseña y demás problemas que bien conocemos.
La solución yo la veo en identificar los procesos del REV y planificarlos y ejecutarlos de forma colectiva, cada uno en la medida de sus posiblidades. Si eres bajito, obvio que no vas a encargarte de la instalación de cables de acero en el techo para colgar telas y otros atrezzos, pero seguro que puedes ayudar a estirar las telas desde el suelo. Si no se te da bien escribir personajes, no te gusta o no tienes tiempo, puedes dar tus ideas en las reuniones para que otros las usen, leerte todos los personajes y buscar incoherencias, fallos e identificar oportunidades.
Respecto a las discusiones en el diseño, logística y demás se solucionan teniendo una persona que imponga su voluntad y visión sobre la de los demás, pero el resto del equipo se desmotiva. Las votaciones son la tiranía de la mayoría y desmotivan a la minoría, pero existe la búsqueda de criterios consensuados y afinidades colectivas (esto se usa con éxito durante 50 años en el movimiento cooperativista actual, lo usan algunas tribus desde tiempos ancestrales). Por ejemplo, ¿qué cosas queremos hacer todos? En vez del típico proceso en el que uno trae una idea, otro la apoya y otro no está de acuerdo, cada uno debe traer una lista de propuestas: en plan, me apetece prehistoria, gangsters, david lynch, survival, postapocaliptico, experimentar con REVactivismo e inmersión total. Cuando se escuche a todo el mundo, cada uno debe añadir a su lista las propuestas que escuchó que también le gustaron, se hace una puesta en común para ver cuales son las más populares e incluso se puede hacer un sondeo en facebook para ver qué dice la gente, como una vez hicimos en el foro de yahoo. Así el grado de motivación y la efectividad en cumplir los compromisos individuales y colectivos será más alta. Además, estaremos explorando las potencialidades del arte colectivo en esta época de individualismo y de egoismo extremo, navegando a contracorriente en esta cultura de la crueldad y del ego y quizás, superándola.