jueves, 28 de mayo de 2020

Sobre coherencia estética y visual



A raíz de una imagen compartida en el grupo de Facebook de Larp Spain, que originalmente se publicó con una intención distinta, se hizo evidente que la comunidad española - si tal cosa existe - se encuentra dividida en sus posturas acerca del vestuario en un rol en vivo. 

Sin embargo, ése resulta un debate superficial debido a que: 

1. Muchos de los participantes ignoran eventos que salen de su conocimiento inmediato, o asumen que no son “verdadero” rol en vivo si no entran en unos estrechos márgenes que dependen de sus preferencias. 

2. Se ha levantado una polémica en cuanto al vestuario que no distingue que lo que busca realmente es un vestuario “estético” y no verdaderamente “realista”; un vestuario que sea agradable para las fotos o para la fantasía o referentes del quien juzga el pretendido “realismo”. Una consideración estética. 

3. Se ha ignorado también que muchos eventos que reclaman un vestuario estético se desentienden de otros aspectos también estéticos, como la utilería o la localización. Se afirma que se insiste en el vestuario debido a una supuesta inmersión, pero ¿de qué vale esto si luego se tienen las comodidades modernas de un alojamiento, o éste no es apropiado al marco ficticio? 

Como todo elemento accesorio en un rol en vivo, el vestuario debe seguir las pautas establecidas por el diseño previo planteado por la organización. El vestuario ni siquiera es un elemento de “inmersión”, ya que ésta es un fenómeno psíquico e interno, y aunque se apoya en componentes físicos y externos, éstos no resultan imprescindibles. 

Pongamos el vestuario en su lugar: como un apoyo visual y una decisión de carácter estético y, salvo que el evento cumpla otros requisitos de localización y utilería, difícilmente se tratará de un elemento que favorezca la simulación completa. 

La inmersión y la simulación son fenómenos distintos y, aunque puedan aunarse en un mismo rol en vivo, también pueden aparecer separados o distorsionados. El rol en vivo es muy amplio dentro de los parámetros de interacción que lo enmarcan. Carecer de requisitos de vestuario no es hacer rol “de mesa” de pie, igual que prescindir de reglamentos o imponer una pauta narrativa de conflictos, por ejemplo, no convierte el evento en una obra de teatro 

¿Tiene la comunidad española un territorio común de expresión y referentes? Debates como el citado hacen dudar de su existencia; otra razón por la que fomentar la comunicación a través de iniciativas como EntreReVs resulta indispensable.

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