En un rol en vivo tenemos una reunión de personas y es un evento principalmente social. Ah, están los inmersionistas turkuístas que buscan enfrascarse en su personaje, interactúen con gente o no (los conozco bien, a menudo soy uno de ellos). Pero incluso los más recalcitrantes reconocemos que nos gusta rodearnos de otros con los mismos gustos... y es que, como poco, se comparte el interés por la temática del evento y por el medio de expresión: el rol en vivo.
Muchas amistades han empezado a través de un rol en vivo (algunas hasta han acabado debido a él) y, en las horas justo antes o después de un evento, nos gusta socializar y relacionarnos. Convocar una comida o cena periódica para la gente que suele asistir a los eventos es una manera de reforzar esos lazos, y una ocasión para conocer ese otro lado de las personas, cómo son normalmente en lugar de cómo es la máscara que adoptan durante la representación.
Siempre me he preguntado cómo sería un rol en vivo bajo una de esas en quedadas, pero por ahora simplemente las disfruto como vienen... ¡cuando se pueden realizar y la vida cotidiana no se pone en medio!
P.S. Invirtiendo el planteamiento, un evento organizado como una sencilla reunión social sin más truco también resulta un ejercicio interesante.